Este año y medio hemos tenido que batallar con encierros, soledades, incertidumbres, renuncias.
Un sin fin de nuevas emociones que no excluyó a ningún ser de éste planeta planeta.
Nos reencontramos con los miedos; los viejos y aparecieron nuevos, aquellos nuevos miedos que se sumaron por la situación de caos y que hemos tenido que redefinir; tarea que muchos lo han hecho solos, o sumidos en el dolor de la pérdida y otros en familia para poder afrontarlos de la mejor manera.
Sin embargo la pandemia nos deja a todos grandes aprendizajes, sobre lo que controlamos como seres humanos, y lo que no podemos controlar. Sobre lo diminutos que somos ante la amenaza de la muerte nuestra o de nuestros seres queridos.
Y es allí como el mismo miedo actúa de motor, y ese motor activa nuestro instinto de VIDA, dándole libertad al ser aguerrido que llevamos dentro, sacando fuerzas para combatir la adversidad, esperando un nuevo día con optimismo y deseando mejoría, cuidándonos y cuidando a los demás. Reconvirtiendo la energía negativa en energía positiva y volviendo a llamar a la esperanza, esperanza... y vida a la vida...
Aún estamos Aprendiendo a vivir más en familia, a reconectarnos, nos hemos sentido más unidos y haciendo cosas que con la excusa de la rutina no compartíamos; hemos inventado trabajos nuevos. y nos hemos acercado a la lectura como nunca antes y esto abrió nuestras mentes.
Todo se puede... Esta pandemia nos obligó a todos, sin excepción a salir de nuestra zona de confort, y a medir nuestras propias capacidades, y poder de resiliencia. ¡¡¡ vaya aprendizaje!!!
Al Final hoy, somos todos personas diferentes a las que éramos en el 2019. Para bien o para mal pero todo cambió... ya no somos los mismos.
¿Cómo vives tus días? ¿Qué libros leíste? ¿Te acercaste más a la lectura? ¿son un refugio los libros para ésta etapa de pandemia?
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